Santísima Virgen María

 

1945, Trono 2001.

 

JOSÉ ROMERO TENA: (Valencia). Sus primeros conjuntos escultóricos que se conservan en la actualidad fueron realizados en el primer tercio del siglo XX. En aquella época realizó numerosas imágenes y conjuntos escultóricos siguiendo una línea muy cercana al estilo de Salzillo, llegando en algunos casos a contar algunas de sus obras con gran similitud respecto al escultor murciano. Desde su taller de Valencia salieron imágenes para el levante español, pero también para otros lugares de España como Castilla-León, donde en localidades como Astorga su obra es muy apreciada. La Guerra Civil de 1936 destruyó una parte muy importante de su obra. Al término de la misma y con su hijo también trabajando en el taller, repuso varias de las imágenes destruidas y realizó otras muchas, sobre todo para el levante español en localidades como Aspe, Hondón de las Nieves u Ontinyent.

 

En la España del Barroco la devoción a la Inmaculada Concepción estaba muy extendida. Aunque el dogma fue definido el 8 de diciembre de 1854 por le Papa Pío IX, el Concilio de Trento ya dejaba claro que: “al hablar del pecado original, (este concilio) no intenta comprender a la bienaventurada e inmaculada Virgen María”. El dogma de la Inmaculada Concepción sostiene que María “fue preservada inmune de toda mancha de pecado original en el primer instante de su Concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, Salvador del género humano...”.

 

Aspe, con una ermita cuya advocaión correspondía a la de la Purísima. En su altar mayor se encontraba la imagen de la Inmaculada Concepción, y también la de la Virgen de la Asunción, esta última todavía conservada actualmente en la Basílica de Nuestra Señora del Socorro. Durante la segunda mitad del siglo XIX y hasta 1980 tomó gran relevancia en los actos litúrgicos con motivo de la Semana Santa,

 

Dicha imagen de la Inmaculada Concepción desapareció durante el expolio a la iglesia en la Guerra incivil española. Esa talla rozaba gran parecido a la patrona del municipio, Ntra. Sra. de las Nieves. Es por ello que en 1945 un grupo de amigos de Aspe decidió sufragar con los gastos de la imagen para que no se perdiera la tradición de salir en la mañanica del Domingo de Resurrección y le rindiera pleitesía al Santísimo Sacramento que es el mismo Cristo hecho Eucaristía y Resucitado. Desde entonces decidieron salir a procesionar con la Hermandad; actualmente es una familia la que se encarga de su mantenimiento y cuidado, y exhorno floral. 

 

El traje que lleva la imagen es igual al que en su día portó la imagen la original, pues no se perdió durante la guerra, saliendo hasta hace unos años, sin embargo debido a su avanzado estado de deterioro, se decidió hacer uno con el mismo dibujo en el bordado. La imagen mariana lució su traje original durante una de las conferencias que se realizaron en la ermita de la Purísima en el año 2013. 

 

Es una imagen de la Virgen Gloriosa y sólo procesiona en Domingo de Resurrección, conocida en Aspe como la procesión de la Mañanica de Pascua. 

A la Virgen le acompaña dos jóvenes muchachas que representan a las Marías (María la de Cleofás y María la de Salomé), fieles compañeras de María, acompañan a la imagen de la Santísima Virgen María mientras van echando flores a su paso.

 

Además la Hermandad María al pie de la Cruz realiza junto con la efigie de Cristo Resucitado el Encuentro de Jesucristo Resucitado de entre los muertos a su Madre, la Santísima Virgen María cuando va camino al sepulcro. El encuentro se realiza en el ensanche que realizan las calles Virgen del Carmen y Santo Tomás, para así finalizar el recorrido de la procesión habitual.

 

 

 

Al llegar a la Plaza Mayor se realizan las cortesías. Es sin duda una de las señas de identidad de nuestra Semana Santa la Procesión de la Resurrección de la Mañanica de Pascua y sus tradicionales Cortesías, puesto que en ningún lugar se realiza la celebración de la Resurrección de Cristo como se hace en Aspe. El Santísimo Sacramento es reverenciado en primer lugar por la Guardia Pretoriana que le rinde sus armas. Le siguen las imágenes de San Juan y la Santísima Virgen María. Tras ellos la Magdalena viviente que al finalizar las cortesías se sitúa a un lado del Santísimo después de ofrecerle flores a sus pies, y finalmente las Marías vivientes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imágenes cedidas por: Gloria Escoda, Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de Aspe, Pilar C. Amorós, Pedro de la Torre y Cofrades