Cristo Resucitado

 
1971
 
EL ARTE CRISTIANO DE OLOT: Fundado por Joaquín Vayreda y Vila y Josep Berga y Boix el 1 de noviembre de 1880, emplea una técnica innovadora para la época en la creación de imágenes a base de “pasta-cartón-madera” inventada por Ramón Puigmitjá y Badosa. Esta nueva técnica suponía menor tiempo de moldeaje, más ligereza de las piezas y más resistencia del material, puesto que hasta ese momento las imágenes se realizaban o bien del tradicional método de tallado en madera, o bien empleando cartón-piedra. La creación de estas imágenes, que todavía se mantiene en la actualidad, proliferó en numerosas industrias más en la localidad de Olot (Gerona) muy afamada por estas labores que, sin embargo, debido a la naturaleza del material, se trata de figuras que carecen de todo valor artístico.
 
 
 La talla de Cristo Resucitado se encargó a los talleres de Arte Religioso de Olot, saliendo por primera vez a la calle el Domingo de Resurrección de 1971, debido a que la Custodia del Santísimo Sacramento no procesionara el domingo de Resurrección, según criterio del párroco de entonces por no entender y respetar el público en general tan preciado tesoro. El artista no siguió el modelo tradicional sino que creó una representación totalmente nueva. Plasmó el mismo instante de la Resurrección, cuando el Señor, tras volver a la vida, emerge del sepulcro mientras van cayendo al suelo los lienzos con los que había sido embalsamado. Por ello, trabaja las telas dando la sensación de estar muy pegadas al cuerpo como si estuvieran adheridas por los ungüentos y bálsamos y se fueran desprendiendo.
 
Nos encontramos en un momento en el que se ha roto con la escultura religiosa tradicional y se está experimentando con nuevas técnicas y materiales. 
El resultado es una imagen que transmite una mezcla de fuerza y de vida, pero con una gran serenidad. Destaca el magistral efecto conseguido al dejar los pies flotando en el aire. Toda la imagen está sustentada en su parte inferior por las telas que quedan colgando descansando sobre la losa sepulcral, produciendo una gran sensación ascensional y de ingravidez al contemplarla.
 

El su mano derecha porta la Cruz, símbolo de la Victoria y del triunfo de la Muerte sobre la Vida. Con su mano izquierda muestra la llaga de su costado, la misma que enseñaría al incrédulo de Santo Tomás y que ahora nos la muestra a todos los que creemos en su Resurrección.

En la noche del Sábado Santo, se realiza el acto de la Tamborada y al término de este acto el Cristo Resucitado es portado por sus portadores y portadoras hasta el Altar Mayor de la Basílica de Nuestra Señora del Socorro mientras se entona el cántico de Gloria, las campanas son lanzadas al vuelo, y a su vez todas las Bandas de Cornetas y Tambores de Aspe interpretan el Himno Nacional y es lanzado un castillo de fuegos artificiales. Es un momento de gran emoción, pues el templo se ilumina e irradia de esplendor en la noche Santa creando en sí un ambiente festivo a la par que solemne.

Descatar el Encuentro de Jesucristo Resucitado de entre los muertos a su Madre, la Santísima Virgen María cuando va camino al sepulcro (que también también pertenece a nuestra Hermandad). El encuentro se realiza en el ensanche que realizan las calles Virgen del Carmen y Santo Tomás, para así finalizar el recorrido de la procesión habitual.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fotos cedidas por: David Olivares García, Raúl Pérez, ABAD y hermanos-cofrades


mariaalpiedelacruz@hotmail.es